Gracias por permitirme compartir estas líneas con ustedes!
Este viaje a lo largo de 6 países comienza con el reto de convertir momentos sencillos en sublimes, enmarcando el cuadro perfecto de texturas, colores, formas, fragancias y sabores para sellar espacios interactivos realmente sorprendentes.
El mundo del vino nos pone en la constante búsqueda y experimentación de nuevas y mejores opciones que elevan nuestros sentidos para descubrir un mundo lleno de cosas sencillas, y otras más sofisticadas, haciéndonos más conocedores y exigentes sin darnos cuenta.
Chile. El país de figuras literarias como Gabriela Mistral, Pablo Neruda, Isabel Allende, entre otros; el país que decidió acabar con una dictadura a través de un referéndum allá por 1988 -como se refleja en la película "No" con Gael García Bernal-; el país progresista y polémico. Y que se refleja plenamente en su industria vitivinícola con dos fines emblemáticos: El pisco y el vino.
En ambas se ha desarrollado una cultura de conocimiento y experiencia. Por un lado, el pisco en las regiones chilenas de Atacama y Coquimbo, esa bebida, tan parecida al aguardiente de uva, producida por la destilación del vino. Es interesante cómo chilenos y peruanos luchan emocionalmente por la propiedad del pisco. Ambos son excelentes en la preparación de un delicioso Pisco Sour, que sigue siendo el mismo ya sea en Astrid y Gastón en Lima o en Santiago.
Si hablamos de vino chileno, seguramente pensará en el Carménère. Esta uva es de origen francés y proviene de la familia Cabernet de Burdeos, y actualmente Chile posee las plantaciones más extensas del mundo. Los chilenos construyeron su cultura vitivinícola al más puro estilo francés, pensando siempre en su Carménère como una rama del Merlot, cultivándola y haciendo de ella su bandera para mostrarse como una potencia vitivinícola, ocupando actualmente el lugar de los ocho mayores productores a nivel mundial. Permítanme aclarar que no es la única uva que producen, ya que también ofrecen una deliciosa gama.
En la zona de Valparaíso del Valle de Casablanca, se encuentra una de las viñas más prestigiosas de Chile, "Casas del Bosque", que cuenta con 235 hectáreas en la región. La familia Cúneo, de origen italiano, fundó este viñedo. Producen variedades de Carménère del valle de Rapel (zona de O'Higgins) en la zona vitivinícola del Valle Central que contiene las regiones metropolitanas de Santiago, O'Higgins y Maule.
Una excelente propuesta de este viñedo es su Carménère Reserva de 2015, que tiene un color rojo intenso con tonos granates. Su aroma contiene notas frutales como frambuesas y ciruelas; toques de hojas secas, chocolate y especias. En cuanto a su sabor y consistencia, es un vino suave y redondo con taninos suaves y buena persistencia. Puede acompañar perfectamente este vino con carnes asadas como el pollo, la ternera o algo especiado con comino. Va muy bien con quesos como el Gruyere, el Emmental, la Mozzarella, el Cheddar, el Gouda, el Parmesano, el Manchego o el Pecorino.
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